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La pérdida auditiva y su incidencia en el cerebro

¿Sabías que oímos con el cerebro y no con los oídos?



Nuestro cerebro necesita que los oídos funcionen bien para que pueda hacer su trabajo


Si los oídos se dañan, no puede enviar información suficiente al cerebro y por lo tanto este no puede procesar correctamente la información. En consecuencia, el cerebro necesitará concentrarse más y trabajar más duro para llenar los vacíos que se producen por la falta de información.


A esta dificultad del oído para enviar la información se le denomina hipoacusia o pérdida auditiva, la cual tiene efectos adversos en la #Calidad De Vida de una persona si no se trata adecuadamente o no se trata de forma adecuada con #Audífonos Profesionales


A medida que pase mas tiempo sin usar audífonos, su pérdida auditiva aumentará y será mas difícil la comunicación en su entorno familiar.

Tenemos que actuar rápido


A un año que dejemos de usar audífonos, los sonidos cotidianos sonaran distorsionados, al igual que algunos sonidos de la voz. Podría empezar a dificultarse la comunicación diaria con personas del entorno familiar, ya que la compresión de los sonidos no será clara.


A dos años que dejemos de usar audífonos, los sonidos cotidianos no tendrán significado y el paciente sólo escuchará ruido al principio, los sonidos de la voz serán difíciles de entender y la sensación de la propia voz habrá cambiado. Podemos empezar a no reconocernos nosotros mismos.


Si las áreas auditivas no están correctamente estimuladas, la capacidad del cerebro se va deteriorando poco a poco de forma irreversible.

Para que el cerebro funcione bien con audífonos, pueda escuchar de forma natural y consiga el 100% del rendimiento, no deben pasar más de seis meses. Esto no quiere decir que el paciente recupere todas las funciones perdidas, sino que aquellas que aún funcionan podrán activarse en su totalidad.



Oímos con el cerebro, te explicamos el proceso

Los oídos son órganos que se encargan de recibir, preparar y enviar la información sonora al cerebro. El cerebro interpreta las señales y da sentido a los sonidos.


El cerebro identifica los sonidos analizando el tono, volumen y duración. Una vez que el cerebro ha terminado su análisis, construye una imagen de la señal recibida y la compara con imágenes anteriores, si encuentra otra igual, entonces entendemos lo que se dice o reconocemos sonidos.


Sigamos escuchando toda la vida

 

En Audiología Meister queremos ayudarte a cuidar tu salud auditiva.




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